En pleno verano, la playa es uno de los destinos más populares para aquellos que buscan sol, arena y mar. En España, las costas mediterráneas son especialmente atractivas, y la Costa Brava no es una excepción. Uno de los tesoros más escondidos de esta región es la playa de sa Forcanera, que se encuentra en Blanes.
Para llegar a sa Forcanera, es necesario caminar por un sendero escarpado que rodea el litoral de Blanes. El esfuerzo de la caminata se ve recompensado por la vista panorámica del mar, las montañas y los acantilados. El camino está rodeado de pinos, encinas y arbustos mediterráneos, por lo que el paisaje es muy bonito.
Una vez que se llega a sa Forcanera, se puede disfrutar de una pequeña cala de arena gruesa y piedras. El agua es cristalina y de un intenso color turquesa.
La playa está rodeada de acantilados y rocas, lo que la hace especialmente acogedora y resguardada del viento.
Por su ubicación, sa Forcanera es una playa poco concurrida. A menudo, los visitantes encuentran en ella la tranquilidad y privacidad que no se halla en otras playas más turísticas. Es ideal para nadar, practicar snorkel y buceo, así como para disfrutar de un día al sol sin aglomeraciones.
Debido a su tamaño reducido, no cuenta con servicios como chiringuitos, duchas o aseos, por lo que es recomendable llevar comida, bebida y todo lo necesario para una jornada playera. Además, se debe prestar atención a las corrientes, ya que el oleaje puede ser moderado.
En conclusión, sa Forcanera es una pequeña joya en la Costa Brava, perfecta para aquellos que buscan una experiencia de playa más natural y tranquila. Su belleza natural, su ubicación y la privacidad que ofrece convierten a esta playa en un lugar privilegiado para pasar un día en la costa catalana.