La Costa Brava es conocida por sus impresionantes playas de aguas cristalinas y arenas doradas, y una de las más destacadas es Platja Fonda en Begur. Esta playa virgen es un paraíso escondido en la costa mediterránea, y su belleza natural y tranquilidad la hacen una opción perfecta para aquellos que buscan alejarse del turismo de masas.
Al llegar, los visitantes son recibidos por un paisaje mágico: la playa está rodeada por acantilados altos y empinados que se extienden a ambos lados, lo que crea un ambiente íntimo y acogedor. En la orilla, la arena es fina y suave, y el agua cristalina nos invita a sumergirnos en ella.
Platja Fonda se encuentra a unos 5 kilómetros de Begur, en la provincia de Girona, España. Es una playa aislada, pero muy fácil de encontrar gracias a las señales de tráfico que indican su ubicación y un aparcamiento cercano. Debido a su acceso restringido, hay que caminar un tramo de escaleras para llegar a la playa, pero la recompensa es una experiencia única.
A diferencia de otras playas de la Costa Brava, Platja Fonda es una playa salvaje y no cuenta con servicios como restaurantes o chiringuitos.
Los visitantes tienen que traer sus propias bebidas y alimentos, así como sombrillas y sillas. Sin embargo, esto no debería ser un problema para aquellos que buscan tranquilidad y relajación.
La playa es famosa por su belleza natural, y es ideal para realizar deportes acuáticos como el kayak, el paddleboard o el snorkel. Debido a que es una playa poco concurrida, los visitantes pueden disfrutar de la privacidad y aislamiento que proporciona este entorno natural único.
En resumen, Platja Fonda es una de las playas más excepcionales de la Costa Brava, y es un destino favorito para aquellos que buscan un ambiente natural y relajado. A pesar de su acceso limitado y la falta de servicios, esta playa es una joya escondida que merece ser descubierta y disfrutada por su belleza incomparable.