En la costa noreste de España, en la región de Cataluña, se encuentra una playa única donde la mezcla entre el mar y la montaña la hacen un lugar impresionante para visitar. La playa a la que me refiero es Platja de sa Figuera en la hermosa ciudad de Cadaqués.
Cadaqués es un pueblo de pescadores situado en la provincia de Girona y es conocido por sus casas blancas y calles empinadas llenas de pequeñas tiendas de artesanías. La playa Platja de sa Figuera está ubicada justo en la entrada del pueblo y es una de las playas más populares de la ciudad gracias a su arena blanca, aguas cristalinas y su ambiente tranquilo.
Este lugar es perfecto para aquellos que buscan una playa tranquila y sin mucha afluencia de turistas. Su tamaño no es muy grande, pero esto no importa ya que los turistas pueden disfrutar de una vista impresionante del mar Mediterráneo rodeados de montañas.
Una de las características más interesantes de esta playa es su acceso. Para llegar a ella, los visitantes tendrán que caminar por un sendero estrecho y empinado de unos 20 minutos.
Pero una vez que se llega a la playa, la vista del camino recorrido tendrá su recompensa. Recomendamos llevar calzado cómodo y agua para hidratarse durante la caminata.
Además de sus características físicas, esta playa es perfecta para todo tipo de actividades acuáticas, como el snorkel y el buceo. Su agua cristalina permite ver una amplia variedad de especies acuáticas, como los pulpos y las estrellas de mar.
En cuanto a la infraestructura, la playa cuenta con duchas, baños, chiringuitos y hamacas. Además, se recomienda a los visitantes que lleguen temprano ya que la playa se llena rápidamente y es posible no encontrar lugar para estacionar.
En conclusión, Platja de sa Figuera es una verdadera joya natural de la ciudad de Cadaqués. Una playa oculta y llena de encanto gracias a su mezcla entre el mar y las montañas. Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar del mar en un ambiente tranquilo.