En medio del mar Mediterráneo hay una de las playas más hermosas de la Costa Brava. Se encuentra ubicada en la ciudad medieval de Pals, en la provincia de Girona, España. Al acercarnos al lugar una sensación de tranquilidad invade nuestros sentidos, un panorama perfecto para aquellos que buscan un descanso total en la playa.
La Platja de Pals es plaza turística de gran reputación y su ubicación exacta es a 41° 57′ 2″ N, 3° 12′ 57″ E. La extensión de la playa equivale a unos 3.5 kilómetros en la línea costera, siendo una de las playas más amplias del litoral. Es importante mencionar que se caracteriza por la naturaleza salvaje que rodea su entorno, descubriendo playas vírgenes, acantilados espectaculares, y espacios naturales únicos que fascinan a los visitantes.
La belleza de la playa Platja de Pals se debe a muchas características, una de las más importantes su arena dorada de grano fino y su agua cristalina, que permite navegar por ella, practicar deportes acuáticos o simplemente nadar. Por tanto, es ideal para pasar un día al sol tumbado en la arena, viendo la naturaleza que lo rodea, o disfrutando del agua. Además, es importante destacar la seguridad en la costa, en su totalidad la playa se encuentra protegida por los Guardavidas para garantizar la protección de los turistas.
No solo es playa, también te ofrece una gran cantidad de servicios que te permiten estar cómodo y disfrutar en todo momento.
Por ejemplo, en la zona del centro turístico encontrarás bares, restaurantes y cafeterías. Además, destacan una serie de establecimientos donde puedes alquilar sombrillas, tumbonas y disfrutar de deportes acuáticos.
En conclusión, la Platja de Pals es una de las playas de la Costa Brava más hermosas e importantes de la región. Tiene una excelente ubicación, arena granulada dorada y aguas cristalinas. También cuenta con áreas de servicios y actividades para hacer la estadía más agradable. Este es un escenario perfecto que invita a los turistas a disfrutar del sol, mar y arena. Anímate a visitar la Platja de Pals para disfrutar de un entorno incomparable.