La temperatura es sofocante y el sol irradia una luz intensa en este caluroso día de verano. La playa está repleta de turistas y locales que buscan refugio en las cristalinas aguas del mar Mediterráneo. En medio de esta animada escena, se encuentra un rincón paradisíaco, la playa de Cala Forn en L’Ametlla de Mar.
Esta pequeña cala es un verdadero tesoro escondido en la Costa Dorada de Cataluña. Situada a solo 130 kilómetros al sur de Barcelona, esta playa es el epítome de la belleza natural y la tranquilidad. Su ubicación aislada entre rocas y acantilados la convierte en un lugar perfecto para quienes buscan escapar del bullicio y el estrés diario.
Al llegar a Cala Forn, quedará asombrado por la sorprendente combinación de colores que se despliega ante sus ojos. Las rocas de tonalidades rojizas y amarillas contrastan con la arena dorada y el agua turquesa, creando una imagen de ensueño. Estas aguas cristalinas invitan a sumergirse y descubrir la rica biodiversidad marina que alberga.
Uno de los aspectos más destacados de esta playa es su carácter virgen y poco desarrollado. Aquí no encontrará grandes hoteles o edificios a lo largo de la costa. En cambio, podrá disfrutar de un entorno natural preservado y la tranquilidad de una playa aislada. Esto la convierte en un lugar ideal para los amantes del nudismo, ya que se encuentra fuera de los circuitos turísticos tradicionales.
Sin embargo, es importante mencionar que la playa de Cala Forn no cuenta con servicios turísticos completos, como duchas o baños. Esto significa que debe estar preparado y llevar todo lo necesario para su estancia, como comida, bebidas y protección solar. La falta de infraestructuras también contribuye a su encanto y exclusividad.
Además de sus características físicas, Cala Forn también destaca por sus actividades acuáticas. Es un lugar perfecto para practicar snorkel y descubrir los fondos marinos, llenos de vida y color. También se pueden realizar paseos en kayak y explorar las pequeñas calas vecinas, que agregarán una dosis de aventura a su día en la playa.
En resumen, la playa de Cala Forn en L’Ametlla de Mar es un verdadero paraíso en la Costa Dorada. Su belleza virgen, su ubicación aislada y su rica biodiversidad la convierten en un destino imprescindible para aquellos que buscan alejarse del bullicio y la masificación turística. Prepárese para sumergirse en aguas cristalinas, disfrutar de un entorno natural y vivir una experiencia única en esta joya oculta del Mediterráneo.