Es el nombre que corresponde a la población, de fundación ibérica o romana, y al importante puerto comercial y pesquero, que se encuentra en la hermosa bahía de igual denominación. Con un censo de algo más de 6.000 habitantes, dispone de una docena de excelentes hoteles, siendo centro turístico de primer orden. El Collet de Santa Margarita o de Vilaromá antigua villa romana y la riera Aubi, separan Palamós de San Antonio de Calonge por poniente.
Por levante la bahía se cierra con la Punta del Molí y Cap Gros, entre las cuales está la, aunque pequeña, no menos bonita Cala Margarita.
Palamós está constituido, podriamos decir, en tres sectores: la parte nueva del ensanche, prolongándose extensamente a lo largo de frente a la piaya; su barrio de pescadores, seguido por el industrial con sus fábricas manufactureras de corcho, y la antigua villa propiamente dicha, asentada monte arriba del promontorio El Pedró y sobresaliendo el campanario de su iglesia mayor. La presencia del faro en la cima del acantilado de la Punta del Molí, remata por la parte del mar la silueta de la población, vista desde poniente.
Palamós es sede de la emisora Radio Costa Brava y cuenta con un museo heterogéneo, arqueológico, marítimo y corchero, con algunas piezas de interés.
Un prolongado paseo y explanada junto al mar facilitan el tránsito de los numerosos vehículos que acuden a la población.
Al norte de Palamós, entre la enorme joroba de Cap Gros y el monticulo de San Esteve con restos del sistema defensivo de la población medieval, se encuentra la playa de La Fosca, cuyo nombre procede de la Roca Fosca que la divide en dos, manteniendo aún su condición de lugar y poco concurrido. Aparte de una primera fundación ibérica o romana, que no ha dejado restos notables, la historia registra el renacimiento de Palamós a principios de la Edad Media.
Una carta dada en 1279 por el rey Pedro el Grande, señala la importancia que para él representaba el puerto palamosense para introducir una cuña de su poder en el mosaico de los señoríos feudales ampurdaneses. Durante los siglos XVI y XVII, Palamós fue puerto de embarque para los tercios de Italia.