En Tossa de Mar, una pequeña ciudad costera en la provincia de Girona en España, se encuentra una de las playas más espectaculares de la región: la Cala Figuera. Ubicada en el Parque Natural de Montnegre-Corredor, esta playa es considerada una de las joyas escondidas de la Costa Brava.
Al acercarnos a la Cala Figuera, somos recibidos por un paisaje de acantilados impresionantes que enmarcan la playa como si de un cuadro se tratara. La arena de la playa es fina y dorada, con aguas cristalinas que invitan al baño. Además, la zona está rodeada por bosques de pinos y encinas, creando un ambiente natural y tranquilo.
Una de las características de la Cala Figuera es su tamaño. Con sólo veinte metros de longitud, la playa es pequeña en comparación con otras de la Costa Brava.
Sin embargo, esto no le quita encanto. Por el contrario, es uno de los motivos por los que muchos turistas la eligen para pasar un día de relax en la playa.
Otra particularidad de la Cala Figuera es su difícil acceso. La playa no cuenta con un camino fácil ni con servicios cercanos como restaurantes o bares. Esto hace que la playa sea ideal para aquellos que buscan un espacio más íntimo y tranquilo.
A pesar de que no cuenta con servicios, la Cala Figuera es un lugar popular para hacer snorkel y descubrir la rica vida marina que se encuentra en sus aguas. También es ideal para los amantes del senderismo, ya que la zona cuenta con numerosas rutas a lo largo de la costa y por los bosques.
En definitiva, la Cala Figuera en Tossa de Mar es una pequeña playa espectacular en la que la naturaleza hace gala de su belleza. Ideal para quienes buscan tranquilidad y naturaleza sin servicios cercanos, es un espacio ideal para desconectar y disfrutar de un día de playa rodeado de acantilados y bosques. Si buscas una experiencia diferente, no dudes en visitar la Cala Figuera.